MEMORIAS DE SELENE 9 PARTE...
LA REVELACIÓN DEL ANCIANO
Seguimos nuestro camino, pero el día estaba a punto de hacerse presente así que regresamos rápidamente castillo para resguardarme de la luz del sol. Al estar de vuelta en el castillo decidí entrenar pero no dejaba de pensar en lo que había dicho el “Hada”. Luego de entrenar arduamente me encontraba algo hambrienta pero a pesar de ello sentía que podía controlar más mi sed sanguinaria, luego de dirigirme al depósito y haber bebido suficiente sangre, uno de los vampiros guerreros se acercó a mí:
– ¡Valla! Pero
como has mejorado estos últimos días, tanto en agilidad como en fuerza, cada
vez es más difícil vencerte –exclamó
– ¡gracias! He
estado entrenando incansablemente y no…
Justo en ese
instante Draven apareció interrumpiendo… – ¡Selene! Ven conmigo
Sin pensarlo lo
seguí inmediatamente atravesando el salón principal hasta llegar a su
habitación, y como era de esperarse en todo el camino no pronuncio palabra
alguna:
–Entra y cierra
bien la puerta. Últimamente te has desenvuelto muy bien, mejor de lo que esperaba así que he decidido
darte un… pequeño presente más –indico Draven
– ¿otro?
–pregunte… <armas pensé inmediatamente entusiasmada>
–la luz del sol
nos ha puesto límites es por eso que quiero darte esto:
– ¡¿un collar?!
–pregunte con asombro
–no es un collar
cualquiera, es mágico y te permitirá andar bajo la luz del sol –respondió
Draven
Era lo más
simple y hermoso que había visto en mi vida la cadena era de plata y el
colgante era un hermoso diamante que hubiera sido ordinario como los demás pero
vi como emitía una pequeña luz.
Vi como caminaba
hacia mi espalda y levante mi pelo. No sabía si era la situación o mi mente
estaba jugando conmigo pero al sentir sus manos poniéndome el collar sentí
calidez, sentí como su cuerpo se tensó soltando el collar delicadamente sobre
mi cuello.
Sinceramente no
esperaba un presente tan precioso de parte de él, me entusiasme demasiado no
solo por el hecho de que me haya regalado algo tan especial si no porque al fin
vería la luz del sol después de tanto tiempo.
<Ver por
primera vez la luz del sol –pensé>
–En unos
instantes saldremos, hay algo en lo que quiero que me ayudes –indico Draven
–bien, ¿Qué es?
–pregunte
–ya te lo diré
–respondió
Misterio,
misterio, todo era misterio con él. Como encontrar algo que ni si quiera sé que
es. Baje antes que él yendo directamente por mis armas que se encontraban en la
habitación donde usualmente entrenaba
– ¡pero que
hermoso collar! –exclamo Emily
<Se me olvido
esconderlo –pensé> –gracias –dije.
Tome inmediatamente
mi chaqueta negra y la abotone para cubrir el diamante del collar, sabía que
debía mantenerlo en secreto.
–Es un pequeño
recuerdo que tome prestado de una de mis víctimas, me pareció hermoso así que
lo usare.
–explique.
–explique.
–es muy bonito,
pareciera ser antiguo y mágico– indico Emily
– ¡Gracias!
Disculpa pero debo irme llevo prisa. –dije
– ¡espera! ¿A
dónde vas? No pensaras salir es de día… –exclamo Emily
– ¡no te
preocupes no lo hare! –dije mientras me alejaba
En el instante
en el que cruzaba la puerta para salir note que Alondra nos estaba escuchando y
solo cruzamos miradas. Como siempre me veía con odio y envidia.
Ignorándola fui directamente a la
salida, me pareció raro que Draven me estuviera esperando, estaba preocupada
que ya se hubiera ido debido a que me tarde…
– ¿estas lista?
– ¡sí!
–respondí.
Salimos del
pasillo principal e inmediatamente note que era de día, salí al exterior
lentamente sintiendo la calidez de la luz del sol sobre mi cara el cual me hizo
recordar cuando era mortal, me sentía tan feliz y no podía dejar de ver al
cielo.
–noto una gran
felicidad en ti –dijo Draven
–Sí, lo se me emociona demasiado el poder salir
nuevamente a la luz del sol –explique
–Vez como yo si
cumplo con mi parte de lo acordado –dijo Draven
–y te lo
agradezco, yo seguiré cumpliendo con la mía. –dije
En el momento en
el que agradecí a Draven por la oportunidad lo vi fijamente, su mirada tan
profunda se veía más intensa en el día, –lo admito me encantaba esa profundidad en su mirada, el
color gris plata de sus ojos hacia que me perdiera en ellos.
– ¡Vámonos!–dijo
interrumpiendo Draven
Atravesamos
nuevamente la ciudad hasta llegar a las montañas, iniciando nuevamente nuestro
recorrido. No sé con exactitud cuánto tiempo estuvimos fuera, pudieron haber
sido días buscando algo que no tenía
idea, durante la búsqueda habían cortos lapsos de tiempo en los que Draven y yo
conversábamos de manera amena, cada vez sentía que era menos desagradable su
compañía habían momentos en los cuales entrenábamos enseñándome diversas
técnicas de batalla, me explicaba la debilidad de cada uno de nuestros rivales,
aconsejándome siempre de como pasar desapercibido entre los mortales. Sentí el
cambio de cómo me trataba antes a ahora. Fue una mínima diferencia pero sabía
que cuando me explicaba y me enseñaba no era para burlarse de mi sino para que
aprendiera como su dicipula.
En nuestro
recorrido nos alejábamos cada vez mas de las montañas, llegando a unas ruinas
desoladas un lugar totalmente desconocido para mí. Pude notar que Draven ya no
buscaba rastro de arpías, buscaba algo más pero… ¿Qué seria?
– ¿Qué es lo que
buscamos? No puedo ayudarte si no sé ¿qué es?
–… necesito
encontrar a una hechicera o un mago blanco. –explico Draven
–Pero eso te
dañaría –indique
–Lo sé, pero es
la cura para librare de esta maldición, los días pasan rápido y la fecha esta
próxima –explico
– ¿de qué forma
te afecta esa maldición? –pregunte
–prefiero no
hablar de ello aun. No muy lejos de aquí puedo percibir un extraño poder pero
es algo débil puede ser algún mago o hechicera –dijo
–dirijámonos
hacia ese lugar –sugerí
Buscamos dentro
de las ruinas, y encontramos una casa escondida, buscamos inmediatamente la entrada, al
localizarla nos fue imposible entrar al parecer estaba protegido por una
especie de barrera. Al forcejear una intensa luz nos lanzó lejos de la entrada.
– ¡¿Qué buscáis
aquí demonios?! –exclamó una extraña voz
–Con suerte él
podría ser el mago indicado –dijo Draven
–Sé muy bien a
lo que venís aquí, pero jamás dejare que acabes conmigo –exclamó la extraña voz nuevamente
– ¡muéstrate
mago! –exclamo Draven
A lo lejos pude
visualizar a un anciano vestido de largas túnicas, largo cabello y barba blanca, en sus manos llevaba un largo bastón el cual irradiaba una pequeña
luz blanca en la parte superior.
–únicamente
necesitamos que nos ayudes a encontrar una cura para una maldición –dije
–De por sí, ya
son seres malditos –exclamo el anciano
Draven solo se
sonrió irónicamente
–Vamos anciano
tu sabes muy bien a que he venido, no te opongas. –dijo Draven
–Lo se bestia
sanguinaria vienes por mi alma, pero déjame decirte que no te servirá de nada
porque no soy la persona indicada que buscas –dijo el anciano
–Eso no lo
sabemos aún –exclamo Draven muy molesto
–desde tiempo
atrás has venido matando magos blancos esperando hallar una cura a tu maldición
pero eso solo un mago en especial lo puede hacer –explico el anciano
Draven se acercó
bruscamente al anciano:
– ¿a qué te
refieres con eso viejo? –pregunto Draven
– ¡sufres! aun
sufres demasiado por la hechicera, tu despiadado ser logro amarla y eso te
consume –replico el anciano
El anciano lanzo
un fuerte hechizo sobre Draven lanzándolo contra un árbol, inmediatamente me
interpuse entre ellos para evitar que lanzara otro hechizo sobre él y fue
sorprendente lo que sucedió…
Mi reacción para
detener la magia que el anciano había lanzado contra Draven fue alzar las manos
como si pudiera detenerlo tan fácilmente, aunque… ¡así fue! tenía entre mis manos una bola de
magia la cual había lanzado el mago contra nosotros, era como si tuviera una
delicada pluma entre mis manos, podía moverla a mi antojo…
– ¡¿qué demonios
estás haciendo?! ¡¿Cómo hiciste eso?! –pregunto Draven exaltado
–No tengo la más
mínima idea –respondí
–jamás había
visto semejante cosa, que un vampiro pudiera manipular la magia –dijo el
anciano
– ¡lánzalo
contra el! –grito Draven
Pero no quería
lastimarlo, <podría tener respuestas –pensé> así que lo lance a un lado
– ¡Explícate
anciano! –grite
–tu interior es
puro, aun conservas lo que eras antes de convertirte en vampiro, y esa misma
pureza te ayuda a manipular la magia blanca. –explico el anciano
– ¿Quién puede
ayudar a Draven? –pregunte
–Únicamente un
mago blanco descendiente de su amada hechicera, nadie más puede hacerlo, ningún
otro mago blanco puede ayudarlo –explico el anciano
–Eso sería
imposible, Delemina nunca tuvo hijos/as y su demás familia practicaban la magia
negra –interrumpió Draven.
–tiene que haber
alguien, algún descendiente que practique la magia blanca, aunque pueda que ese
descendiente no haya nacido aun. –dijo el anciano
– ¡maldición!
¡He desperdiciado tanto tiempo para nada! –grito Draven
Se enfureció
tanto que se fue rápidamente volando. Dejándome ahí sin más que importar.
– tus sentimientos
hacia él van más allá del respeto –dijo el anciano
–Eso no es
cierto –dije testaruda
–no trates de
ocultarlo, con el tiempo obtendrás una respuesta a todas tus preguntas –dijo el
anciano
–eso sería
imposible únicamente es mi maestro –dije
–solo el tiempo
dirá extraño ser de la oscuridad –dijo el anciano
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