MEMORIAS DE SELENE PARTE 10
LA MALDICIÓN SE CUMPLE
–Únicamente es respeto –dije nuevamente
–Ayúdalo –sugirió el anciano. Eres su única compañera hasta el
momento, solo en ti confía y el día en que la maldición se cumpla esta venidera
nuevamente –agrego
¿Qué estaba pasando, a
donde iba todo esto? –A pesar de que por unos instantes me atemoricé de lo que
dijo el anciano no deje que ese sentimiento me invadiera. Dejándolo, me decidí
ir a buscar a Draven, pero al mismo tiempo no dejaba de pensar en lo que me
había dicho: “el día en que la maldición se cumpla esta venidera nuevamente”
Recorrí el camino por el
que veníamos pero no lo encontré, una fuerte lluvia se hizo presente y lo único
que anhelaba desesperadamente era encontrarlo aunque sabía que estaba furioso.
En mi cabeza no dejaba de preguntarme ¿en qué momento Draven se volvió tan
importante para mí?
Seguí caminando sin rumbo
alguno viendo alrededor trate de buscar la manera de comunicarme con el, trate de recordar las veces en que me encontraba a punto de hacer alguna tontería. Intensifique mi preocupación y temor y deje que llenara todo mi pensamiento –“Draven: sé que puedes escucharme, solo te pido
que me dejes ayudarte –dije mentalmente”
Escuche sonidos arriba de los arboles, al subir la mirada vi su silueta pasar volando sobre mi y luego descender a pocos metros cerca de mi. Por unos instantes me vio directamente a los ojos pero no pronuncio palabra alguna, camino alejándose un poco mas y se quedo parado únicamente viendo hacia la hermosa luna que resplandecía sobre nosotros…
Escuche sonidos arriba de los arboles, al subir la mirada vi su silueta pasar volando sobre mi y luego descender a pocos metros cerca de mi. Por unos instantes me vio directamente a los ojos pero no pronuncio palabra alguna, camino alejándose un poco mas y se quedo parado únicamente viendo hacia la hermosa luna que resplandecía sobre nosotros…
–varios siglos han pasado
ya y no logro librarme de esta maldición –dijo con tono de angustia
–No encontraremos una
pronta solución si el descendiente de Delemina no ha nacido aun, pero no
descansaremos en buscarlo –dije tratando de apoyarlo
–suena tan sencillo
decirlo de esa forma pero ¡no lo es! No puedo, ni quiero seguir así
Tome una de mis dagas y
llevándola hacia mi pecho en señal de lealtad le dije:
–mi señor no puedo
facilitarte la solución, únicamente puedo ayudarte en tu ardua búsqueda
–Debemos irnos cuanto
antes, debemos llegar al castillo –respondió
Se disponía a partir
extendiendo sus alas y por un momento pensé que había ignorado lo que le dije,
pero no fue así. Luego de un breve silencio dio un suspiro de alivio y extendió
su mano hacia mí diciendo:
–Tenemos un largo camino
que recorrer y una ardua búsqueda por delante, vamos de vuelta al castillo
por hoy hemos finalizado. –agrego
Tome su mano y nos
dirigimos de vuelta al castillo. Estábamos muy lejos aún… el día se hizo
presente así que Draven decidió que era mejor seguir caminando, tomando otro
rumbo. Me encantaba cuando recorríamos lugares diferentes siempre veía algo
nuevo, aunque la situación empezaba a tornarse un poco agitante debido a que
Draven tenía una extraña urgencia en regresar a castillo antes de lo esperado y
sospeché que era por la maldición.
– ¿te sucede algo?
– muy pronto, La Maldición
tendrá efecto en mí, es por eso que debemos apresurarnos.
Después de estar varios
días llegamos vuelta a la ciudad, era de día así que tuvimos mucho precaución
de que ningún mortal se diera cuenta de que entráramos. Al adentrarnos Ebony
nos recibió como siempre muy preocupada, Draven una vez mas de manera
sarcástica le dijo que todo estaba bien y que no había nada de qué preocuparse.
Estaba sedienta y sabía que era de día –no es prudente salir –pensé. Tome
nuevamente unas cuantas reservas de sangre, y
eso calmo un poco mi sed.
Durante los siguientes dos
días nos quedamos dentro del castillo, no tenía mayor cosa que hacer así que
entrene junto a un vampiro muy antiguo quien se expresaba con distinguidos
modales. Tyrion era su nombre, era un viejo muy sabio comenzó a ser otro gran
instructor de combate para mí. Al finalizar nuestro entrenamiento me dirigí a
mi habitación para asearme. Al terminar, salí a curiosear por el oscuro pasillo
cuando note que Draven se encontraba al otro lado del pasillo. Parecía
inusualmente débil al caminar, me pareció bastante extraño ya que no llevaba su
espada ni su capa, decidí seguirlo pensando que saldría por la entrada
principal del castillo. Al estar ahí escuche como una puerta se cerraba
fuertemente al fondo, sin pensarlo me dirigí hacia allá, al abrir la puerta
solo note muchos escalones que descendían hacia un lugar profundo, el lugar se
encontraba poco iluminado por unas cuantas antorchas. Baje y baje cada vez más
hasta encontrar un pasillo totalmente oscuro, tome una antorcha para iluminar
mi camino aunque la verdad no me era muy necesario pues podía distinguir entre
la oscuridad. Seguí caminando y mientras lo hacía note que habían celdas en las
cuales habían restos de cadáveres atados con cadenas –es como una especie de
cárcel abandonada –pensé
Seguí caminando hasta
llegar a final del lugar, sin ver por ningún lado a Draven. Había una última
puerta era de plata muy parecida a la de la entrada principal, estaba medio
abierta, al abrirla me encontré en una especie de cueva oscura, cerré
fuertemente la puerta y seguí buscándole note que había mucha humedad ya que habían
muchos pozas de agua. Al seguir con mi camino escuche un fuerte lamento
provenir de más adelante, avance rápidamente y note que era Draven quien se
encontraba recostado a un costado del muro, coloque la antorcha en una
hendidura y lo sujete fuertemente:
– ¿Draven que te sucede?
– ¿Qué haces aquí, como me
encontraste?
–me di cuenta cuando
saliste de tu habitación y te seguí
–vete inmediatamente de
aquí déjame estaré bien –dijo lamentándose fuertemente.
–no, no te dejare aquí
Cada vez se lamentaba más,
pareciera que algo lo destrozaba en su interior, haciéndolo sangrar por la
nariz y boca, mientras se retorcía del dolor intentaba alejarse cada vez mas de
mí, lanzándome con lo poco de fuerza que aun tenia hacia un lado, pero.. No
podía dejarlo ahí aunque no comprendía que le sucedía el me gritaba
incansablemente que me fuera de ahi.
– ¡no entiendes que no te
dejare! –refute
La cueva era bastante
amplia, había más pasillos oscuros alrededor nuestro pero a lo lejos se notaba
una pequeña claridad la cual indicaba una salida, intente sujetar nuevamente a
Draven pero era casi imposible, me hacía a un lado.
–Selene es la última vez
que te lo diré: ¡vete de aquí lo más rápido que puedas!
–no entiendo que te sucede
–hoy es el día, la… la
maldición… ¡ahh!
Es eso –pensé Mientras…
Draven trataba de explicarme pero su dolor aumentaba hasta dejarlo tendido e
inconsciente en el suelo. Me sorprendió porque después unos instantes comenzó a
cambiar drásticamente convirtiéndose en una bestia enmarañada, era el doble de
grande de su tamaño normal, una larga y afilada dentadura sobresalían de su
boca, gruñendo como un lobo enfurecido. –Un Licántropo –pensé. Asustada solo me
eche a un lado pero, eso solo llamo más su atención dirigió su fría mirada
hacia mí y pude notar que físicamente ya no era Draven, aunque aún conservaba
el color gris plata en sus ojos. Velozmente se lanzó hacia mi intentando
rasguñarme, inmediatamente salte para evitarlo pero era más fuerte y hábil que
yo, logro golpearme fuertemente en el aire lanzándome lejos, mi reacción
únicamente fue correr hacia la salida. Corría velozmente mientras venía detrás
mío acercándose cada vez más, al salir de la cueva nos encontrábamos en un
bosque muy por debajo del castillo, no vacilé en ningún instante, él estaba totalmente
fuera de control me sentí un poco confiada cuando lo deje muy por detrás por
unos instantes pero, era demasiado astuto. Sorprendiéndome por la espalda me
rasguño profundamente el brazo izquierdo, se quedó quieto viéndome por unos
instantes lanzando un fuerte gruñido
– ¡Draven! ¡Sé que eres tú
por favor vuelve en sí! –grite con la esperanza de que recapacitara pero no fue
así, comenzó a atacarme así que difícilmente evadí uno a uno sus golpes,
logrando dañarlo con una de mis dagas esto lo hizo a un lado, recordé que mis
dagas eran de plata, por aunque no quería dañarle, sabía que en su interior aún
era Draven pero él no estaba consciente de lo que pasaba. Con dificultad me
aleje de él, cada vez nos alejábamos más y me estaba agotando, sin darme cuenta
inútilmente tropecé y caí embarrancándome puede sonar tonto pero me ayudo a
despistarlo, luego de recuperarme con el brazo ensangrentado y varias heridas
que la caída me había causado note que cerca había un lago, inmediatamente me
sumergí en el para ocultarme de él. Al estar ahí sumergida note que la luna
estaba en su punto más alto, mucho más hermosa y resplandeciente que nunca me
jure memorizar este día para saber que es cuando debo cuidar mejor de él.
Afortunadamente no se dio
cuenta de donde me encontraba sumergida. Comenzó a alejarse poco a poco, sin embargo no podía dejarlo
irse solo así, salí lentamente del agua y lo seguí minuciosamente cerciorándome
de que nada le pasara pero, estaba totalmente fuera de control paso bastante
tiempo haciendo estragos a su paso y yo me preguntaba: “¿Cuándo acabara?”
estaba algo agotada pero nada me impediría seguir vigilándole lo que me
preocupo bastante fue que la herida de mi brazo aún no había sanado, al
descuidarme por unos instantes Draven acabo con la vida de un mortal y se
dirigía a una pequeña casa, no sabía con exactitud dónde nos encontrábamos pero
no era muy lejos. Corrí para posicionarme frente a él y detenerlo comenzando a
pelear nuevamente, pero trataba de alejarlo del lugar era mucho más ágil y veloz
que de costumbre. Lo lleve de vuelta cerca del lago y por la posición en la que
se encontraba la luna pude notar que faltaban pocas horas para amanecer ya no
estaba en su punto más alto, debía aguantar un poco más, tenía esperanzas que
al amanecer volvería a su normalidad, pero mantenerlo distraído me costaría.
Photo by: http://seedydeedee.deviantart.com |
No dejaba de atacarme,
cada vez me sentía más exhausta y recordé que no me había alimentado bien
últimamente, solo me había quedado encerrada en el castillo y esto me afectaba.
Me tomo por el cuello asfixiándome cada vez más y más fuerte rompiendo uno a
uno los huesos de mi cuello mi reacción fue clavarle lo más fuerte posible una
de mis dagas de plata en la garganta, esto hizo que me soltara inmediatamente
debido a que comenzó a ahogarse con su sangre, temí que muriera y quería
ayudarlo pero estaba demasiado débil, así que caí desmallada junto a el…
Había amanecido sentía la
calidez del sol sobre mi rostro, aunque me sentía bastante desfallecida aun a
lo lejos logre escuchar una tenue voz diciendo:
-¿te encuentras bien?
Con dificultad respondí un
leve –si
–siento mucho lo que paso
Al recobrar por completo
la vista vi que era Draven, quien denotaba en su rostro una aflicción hacia mí
– ¿Estas bien? Por favor
discúlpame mi señor por unos momentos creí que te había matado al clavar una de
mis dagas en tu pecho –dije con lágrimas en los ojos
–Tranquila Selene
¿recuerdas que somos? No morimos tan fácilmente y no puedo negar que me hayas
lastimado bastante pero eso no acabaría conmigo
– ¿Un hombre lobo? esa es
tu maldición…
–así es
– ¿por qué optaste por no
decirme con anticipación? para que nada de esto pasara
–no debía pasar de esta
forma, dentro de la cueva hay una celda especialmente hecha para mí, para que
pueda encerrarme dentro y así no salir, así que no espere necesitar ayuda
alguna
– ¿Siempre has hecho eso?
–casi siempre.
Me asombre al ver que la
herida en mi brazo aún no había sanado, fue demasiado profunda –pensé
–Esa herida no sanara si
no te alimentas, bebe un poco de mi san… no, mejor te buscare algo para que te
alimentes espera un momento.
Por un momento pensé que
me daría un poco de su sangre pero algo lo detuvo. Para mi sorpresa me trajo un
pequeño Ciervo para alimentarme, al hacerlo mi herida comenzó a sanar de manera
moderada.
– ¿mucho mejor?
–Sí, gracias –conteste Un
abrumador silencio se presentó entre ambos…
– ¿Ahora me comprendéis?
esta es la razón de mi desesperación, ¿Cómo puedo convertirme en un Lycan?
–lo que más odio, y
seguiré odiando hasta ahora… Sera mejor que regresemos al castillo –agrego
Draven.
Como era de día caminamos
de regreso al castillo, al estar ya dentro, subí rápidamente a mi habitación sin mediar con nadie solo quería descansar, de tan deprisa que iba no note que Draven me siguió, al estar a punto
de entrar a mi habitación se encontraba detrás mio y tomo mi mano antes de que pudiera girar la
perilla de la puerta diciendo con un tono agradable:
– ¿Podréis disculparme
alguna vez? siento que lo hubieses descubierto de esta forma. ¿Sabéis? La
eterna soledad me ha hecho desconfiar de todos, pero he comenzado a aprender a
confiar en alguien y ese alguien eres tu mi pequeña súbdita. Por cierto toma
tus dagas. Una estaba clavada en mi pecho y la otra en el suelo.
–Muchísimas Gracias –dije
mientras termine de abrir la puerta, pero antes de que pudiera decir algo más,
él se retiró hacia su habitación
Un profundo suspiro se
escapó de mí interior luego de cerrar la puerta y recostada frente a ella no
dejaba de pensar: –al fin Draven comenzaba a confiar más en mí. Pero me
encontraba atrapada en el medio de Draven y Serenity. Cada minuto y cada
segundo siempre estaba en mí pensar, ansiosamente esperaba tenerla junto a mí
pero debía confiar en que pronto vendría el tiempo indicado. Y a la misma vez
debía y quería quedarme junto a él.
Al paso de unos días
continuamos con la búsqueda del posible descendiente de Delemina. Pero no había
rastro alguno. –Alguna vez Delemina menciono que tenía un hermano, pero… ¿será
posible que funcione? –Dijo Draven con duda.
–Si era un Mago Blanco
podría funcionar –Respondí esperanzada
–No, lastimosamente era la
única en su familia que practicaba La Magia Blanca –replico Draven con pesar.
–Creo que por ahora solo
buscaremos posibles indicios de su existencia. –sugerí…
Conforme al paso del
tiempo nuestra confianza crecía, pero mi afección por el también…
Tu y yo
Sujétame fuerte
juntos pelearemos
lado a lado
tu y yo
solo di: adiós
tu y yo juntos
se siente tan bien
sosteniéndonos fuertemente
tu y yo por el resto de la eternidad
Cada noche que estamos solos
tu eres mi única esperanza
Y es por la luz que brilla y viene de ti
por que tu crees en lo que somos y seremos
Con tus fuerzas me animas a seguir a tu lado. Criticados por lo que somos y creemos
Y Sí!, nos escondemos... Es justo que vivamos de esta manera? Pero tu y yo juntos apoyándonos, juntos peleando lado a lado. Únicamente tu y yo por el resto de la eternidad...
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Tu y yo
Sujétame fuerte
juntos pelearemos
lado a lado
tu y yo
solo di: adiós
tu y yo juntos
se siente tan bien
sosteniéndonos fuertemente
tu y yo por el resto de la eternidad
Cada noche que estamos solos
tu eres mi única esperanza
Y es por la luz que brilla y viene de ti
por que tu crees en lo que somos y seremos
Con tus fuerzas me animas a seguir a tu lado. Criticados por lo que somos y creemos
Y Sí!, nos escondemos... Es justo que vivamos de esta manera? Pero tu y yo juntos apoyándonos, juntos peleando lado a lado. Únicamente tu y yo por el resto de la eternidad...
Excelente narración querida amiga y maravilloso blog cargado de magia y fantasía, dos de mis grandes pasiones. Vengo para quedarme si me dejas.
ResponderEliminarUn besazo y sigue escribiendo por favor.
Muchisimas gracias por leer mis historias y bienvenido seas en mi blog amigo es gratificante el saber que es de tu agrado... Un abrazo
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